martes, 28 de septiembre de 2010

El ascendente


Siempre en una Carta astral ocupa la Primera Casa, y por lógica es opuesto a la Séptima Casa. Justamente por eso es asociado al signo de Aries.
pasa a dividir el Cielo en doce casas astrológicas (I a XII, una para cada signo). Astrológicamente, representa cómo el ser se muestra ante los demás, es una especie de máscara, por así decirlo.
Puesto que el Ascendente es la Casa I y, simbólicamente, es el comienzo del círculo de las Casas, la astrología entiende que el Ascendente establece la forma de comenzar las cosas en el nativo. Por extensión simboliza la forma de nacer y por eso afectaría al físico y su apariencia.
La influencia del Ascendente se manifiesta de varias maneras:
A través del signo que se encuentra en la cúspide del mismo (llamado signo ascendente), porque dota de las características propias de éste al recien nacido.
A través del planeta regente puesto que éste se convierte en el gobernador de la carta y es un elemento sumamente importante para la interpretación de la misma.
A través de los aspectos que otros planetas hacen al regente y al mismo Ascendente. Son sumamente importantes aquellos planetas que hacen con el Ascendente aspectos mayores y, principalmente, los que hacen conjunción con el mismo, puesto que muchos astrólogos entienden que sus características destacarán de forma muy visible en la personalidad y en el físico del recién nacido.
Los planetas en la Casa I pueden llegar a eclipsar el efecto del Ascendente de manera evidente.
Actualmente, existen
astrólogos que afirman que la persona tiende a exteriorizar más los rasgos de su Ascendente que los de su signo solar, por lo tanto los demás reconocen a éste por las características de este signo.
El Ascendente representa la personalidad, así como el Sol representa el núcleo de la conciencia y la Luna simboliza las emociones.
El signo del Ascendente es la expresión de la personalidad.
Indica la conducta aprendida, así como la imagen que presentamos a los demás. Así mismo se relaciona con la forma en que se tiende a empezar las cosas. Representa la imagen de la personalidad vista por los demás, la apariencia física, y el temperamento.
El ascendente señala una energía que se manifiesta a través de nosotros sin que necesariamente seamos conscientes de lo que generamos a nuestro alrededor. El signo solar, señala un tipo de energía con la que nos identificamos, de la que tenemos conciencia y sabemos que constituye nuestra naturaleza.
Mientras construimos una autoimagen de nuestro signo solar, generamos un campo de energía que responde a nuestro signo ascendente.
El ascendente es fijo, es decir no cambia cada año. Es de por vida. El ascendente es importante siempre, sobre todo en la infancia cuando se es espontáneo, en ocasiones se muestra más características del ascendente que del solar.

¿PUEDE OCURRIR QUE EL ASCENDENTE SEA EL MISMO SIGNO DEL SOL?

El signo en cuestión va a tener una importancia crucial en la vida de este nativo. En cuanto al grado de dificultad de esta combinación, es que puede ser engañosa. Si hay una facilidad básica para absorber las experiencias del destino generales por el ascendente, puede haber una mayor pobreza en la necesidad de profundizar en el signo ascendente.
La Astrología moderna, más que predecir el "destino" de los hombres o pronosticar los sucesos terrestres, se usa como una potente herramienta en el proceso individual de auto-conocimiento.

El mapa natal astrológico o carta astral es el gráfico a través del cual el cosmos nos permite entender sus energías y ritmos y particularmente como operan estas dentro de cada individuo.

Nos permite reconocernos, saber quienes somos, descubrir nuestros potenciales y talentos así como nuestras dificultades y defectos.

En una carta astral, todo es relevante e importante, todos los elementos que participan en él tienen su rol y su quehacer en el desarrollo de nuestra personalidad.