Urano, el tránsito para tomar conciencia de uno mismo...

En astrología, Urano simboliza la independencia, ir más allá de las reglas de la sociedad para llegar a ser verdaderas personas, desafiando los esquemas y estructuras tradicionales.

También se interpreta como la necesidad de diferenciarse de los demás como un ser único e incomparable con los demás.

Se asocia con ideales de verdad, justicia, libertad, fraternidad e igualdad, así como en cualquier tendencia colectiva que se enfrente con lo establecido.

Urano permanece en cada signo alrededor de siete años, ya que tarda unos 84 años en completar una vuelta por el Zodiaco. Por lo tanto, su posición por signo indica cualidades generacionales.

Los ciclos planetarios, afectan a nuestra evolución, en especial los de Júpiter, Saturno y Urano. Todo es cíclico. Los planetas del Sistema Solar transitan los signos del Zodíaco regularmente, marcando los ciclos en las personas según el mapa natal de cada uno.

Urano representa un reto para la conciencia.

El horóscopo de tránsitos muestra dónde se encuentran los planetas en un momento determinado en relación con la posición que ocupaban en el momento del nacimiento.
Los tránsitos de los planetas lentos –Saturno, Urano, Neptuno y Plutón– indican más bien períodos que sus efectos por aspecto se puede hacer notar durante años. Cualquier tránsito de estos planetas advierte épocas claves de aprendizaje, lecciones que se presentan a través del cambio.

Independizarse es ir más allá de las normas de la familia, de la sociedad, para llegar a ser verdaderos individuos, rompiendo con los rígidos esquemas saturninos si es necesario. La necesidad de diferenciarse de los demás, siendo "Yo mismo", o sea un ser único y distinto de los demás. El deseo de expresar la originalidad personal.
En el aspecto positivo se manifiesta original, inventivo, intelectualmente creativo, reconoce el valor de ideas nuevas, y quiere que lleguen a ser realidad. Enseña a los demás como "podría ser el mundo" si hacemos un esfuerzo para realizar nuestros ideales.
Y en el negativo, choca con los demás sólo para sentirse "distinto". Introduce "ideas nuevas" que no son razonables, y en situaciones no adecuadas. Utiliza su creatividad intelectual para imponer sus ideas sobre los demás. La falta de paciencia le impide realizar sus inspiraciones. Una falta total de inhibiciones puede conducir al extremismo. Demasiada actividad intelectual conduce al nerviosismo.

Urano representa nuestra necesidad de sentirnos libres de toda atadura a la responsabilidad, para progresar más allá de las fronteras físicas y psíquicas hacia una nueva dimensión y realidad. Es intuición, invención y ruptura idealista.

El uso apropiado indica preocupación espiritual por la sociedad humana, para que conozca la libertad del cautiverio de la ignorancia. La expresión negativa conduce a la rebelión, el fanatismo y a un comportamiento excéntrico y extremista.

Su posición en la carta natal revela también nuestra relación con los amigos y personas superiores. La cara oscura de Urano es la del revolucionario que por rabia destruye lo que ni siquiera sabe hacer mejor. Su afinidad natural es con Acuario.

Urano, Neptuno y Plutón se relacionan con el colectivo. Sus influencias van más allá de lo meramente individual y describen experiencias que afectarán a toda la humanidad.Son ciclos largos y plenamente transformadores, con el objetivo dehacernos evolucionar. Es importante intentar sintonizar con ellos a nivel individual, ya que así podremos aportar nuestro granito de arena en esa evolución colectiva que nos ha de llevar a la nueva era de Acuario. Cada uno de nosotros sentirá sus influencias de una manera diferente, desde un sector de la vida concreto. Pero serán influencias que nos acercarán a los demás y nos harán vivir experiencias colectivas, haciendo que, poco a poco, abandonemos esa conciencia de ser individual, para ir construyendo esa conciencia planetaria.
Es necesario romper con lo viejo, lo caduco, lo que ya no funciona para dejar sitio a lo nuevo.

El problema radica en que, normalmente, nos cuesta abandonar aquello que hasta ahora nos proporciona seguridad. Es necesario enfrentarse a diferentes crisis (ya sea a nivel individual o colectivas) para que tomemos conciencia de la necesidad del cambio. Y ese es el cometido de los Los Planetas Transpersonales nos permiten enfrentarnos y sacar a la luz todo aquello que no funciona para que tomemos conciencia de los problemas y busquemos nuevas soluciones.

Es un paso más en la evolución del ser humano que necesita ser sacudido bruscamente de vez en cuando para poder caer arrodillado ante sus miserias y renacer de nuevo ante un nuevo ciclo. Nadie sabe como será esa nueva etapa, pero seguro que nada será igual que hasta ahora, y en nuestras manos está que sea una etapa de crecimiento y elevación espiritual.

Son los planetas transpersonales, aquellos que se descubrieron más tarde, los que están actuando con más fuerza. Ellos representan las fuerzas de los colectivo, cada uno con su visión y forma de actuar.

Los grandes ciclos o eras están marcados por las cualidades de los signos, pero los planetas con sus tránsitos activan esas cualidades y el desarrollo del potencial contenido en esos signos. Son los catalizadores de los cambios que requiere la humanidad para prepararse y poder iniciar un nuevo nivel evolutivo.
No estamos ante nada nuevo y quizás el camino ya está marcado desde hace siglos; lo que ocurre es que no hemos sabido verlo o nos empeñamos en dar tantas vueltas que al final perdemos el hilo de lo verdaderamente importante que no es otra cosa que la evolución hacia mundos espirituales más avanzados de la humanidad como colectivo. Tenemos todos los ingredientes, hay que saber combinarlos para lograr ese salto evolutivo necesario para entrar en la Nueva era y avanzar espiritualmente.

Y como dice el viejo proverbio japonés: “saber y no actuar, es no saber nada”